Esta es la primera actividad que debes hacer al despertar según la ciencia

México.- El cerebro humano, compuesto por más de mil millones de neuronas, es el órgano encargado de controlar y coordinar todas las funciones del cuerpo, desde movimientos básicos hasta procesos de pensamiento complejos.

Además, tiene la capacidad de adaptarse y cambiar en respuesta a nuevas experiencias, lo que se conoce como neuroplasticidad. Esta adaptabilidad permite al cerebro responder tanto a experiencias positivas como negativas y es esencial para funciones como el aprendizaje y la memoria.

Inercia de Sueño y la Importancia de la Luz Natural

Al despertar, el cerebro experimenta un fenómeno conocido como “inercia de sueño”, que es un estado de transición en el que el cerebro se mueve lentamente del sueño a la vigilia.

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Durante este tiempo, que puede durar hasta 30 minutos, las funciones cognitivas como la atención y la memoria pueden estar temporalmente afectadas. Esta inercia es una razón clave por la que las personas a menudo se sienten desorientadas o lentas inmediatamente después de despertarse.

Para ayudar al cerebro a despertar y comenzar a funcionar de manera más eficiente, es recomendable exponerse a la luz natural tan pronto como sea posible. La luz del sol juega un papel crucial en la regulación del ciclo circadiano, que es el reloj interno del cuerpo que controla los patrones de sueño y vigilia.

La exposición a la luz natural ayuda a reducir la producción de melatonina, una hormona que induce el sueño, y aumenta la producción de cortisol, que promueve el estado de alerta y ayuda a las personas a sentirse más despiertas.

Por lo tanto, una buena práctica para activar el cerebro al despertar es dejar las cortinas abiertas durante la noche o usar una lámpara de luz natural, permitiendo que la luz del sol o una luz artificial adecuada ayude a regular los ritmos biológicos del cuerpo y a preparar el cerebro para las actividades del día.

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El cerebro requiere tiempo para adaptarse al estado de vigilia después de dormir debido a la inercia de sueño. Sin embargo, la exposición a la luz natural puede ser una estrategia efectiva para minimizar este efecto y activar las funciones cerebrales para enfrentar las demandas del día.

Mantener hábitos saludables relacionados con la luz y el sueño puede contribuir significativamente al bienestar cognitivo y emocional.