¿Por qué los adultos mayores se aferran tanto a sus pertenencias?

El trastorno de acumulación, a menudo malinterpretado y erróneamente asociado con el síndrome de Diógenes, es una condición de salud mental que afecta principalmente a adultos mayores. Se caracteriza por la acumulación excesiva de objetos y la incapacidad de deshacerse de ellos, incluso cuando no tienen un valor aparente. Según la doctora Raquel del Socorro Guillén Riebeling, académica de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, este trastorno conlleva también un abandono del cuidado personal y un aislamiento social profundo.

A diferencia del síndrome de Diógenes, que se asocia con un estilo de vida austero y despojado de posesiones, el trastorno de acumulación se centra en la incapacidad para desprenderse de objetos. Esta condición está considerada dentro del espectro de los trastornos obsesivo-compulsivos, y es más frecuente en los adultos mayores, aunque puede presentarse en personas de cualquier edad.

Las raíces emocionales y simbólicas del trastorno

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El trastorno de acumulación no se limita a la simple acumulación de objetos. Detrás de este comportamiento, explica la doctora Guillén, suelen encontrarse profundas conexiones emocionales y simbólicas con los objetos acumulados. Por ejemplo, una persona puede guardar una pieza artesanal que le recuerda un momento feliz de su vida, y con el tiempo, comienza a adquirir objetos similares para revivir esa emoción una y otra vez. Este vínculo emocional se convierte en una obsesión que perpetúa el ciclo de acumulación.

Además, las personas que padecen este trastorno a menudo han experimentado traumas emocionales, como violencia o falta de amor, que agravan su necesidad de aferrarse a los objetos como un medio de mantener un control sobre su entorno.

El impacto en la vida cotidiana

El trastorno de acumulación no solo afecta la salud mental, sino también la física. El hacinamiento de objetos y basura puede atraer plagas, lo que supone un riesgo para la salud de la persona y de sus vecinos. Además, el desorden extremo dificulta la realización de actividades cotidianas, como preparar alimentos, asearse o descansar, lo que lleva a un deterioro generalizado de la calidad de vida.

Los especialistas en salud mental deben trabajar con paciencia y tolerancia para ayudar a estas personas a superar sus miedos y ansiedades, y a desarrollar habilidades que les permitan desprenderse de los objetos de manera controlada.

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Desmitificando el “síndrome de Diógenes”

El trastorno de acumulación es a menudo confundido con el síndrome de Diógenes, una condición que se asocia con el filósofo griego Diógenes de Sinope, quien vivía de manera austera y con pocas pertenencias. Sin embargo, las personas con trastorno de acumulación están en el extremo opuesto de esta filosofía, ya que su incapacidad para desprenderse de objetos los lleva a acumular excesivamente. Esta confusión ha llevado a una mala interpretación del trastorno, que debe ser abordado con precisión para proporcionar el tratamiento adecuado.

Con información de Gaceta UNAM.