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¿Qué significa la expresión ‘agua que no has de beber, déjala correr’?

El refrán “Agua que no has de beber, déjala correr” es una expresión popular que nos invita a soltar aquello que no nos beneficia o que no nos pertenece.

¿Qué significa la expresión ‘agua que no has de beber, déjala correr’?

MÉXICO.- En el imaginario colectivo existen cientos de expresiones y refranes que pueblan el habla de las personas y que buscan enriquecer las interacciones diarias.

Las expresiones, al igual que los refranes, ayudan a las personas, por ejemplo, la expresión “meter la pata” en relación a cometer un error, permiten aumentar la cultura.

El refrán “Agua que no has de beber, déjala correr” es una expresión popular que nos invita a soltar aquello que no nos beneficia o que no nos pertenece. En esencia, nos sugiere que es mejor dejar ir lo que no nos conviene, evitando así problemas innecesarios.

Este consejo de sabiduría popular se aplica en una amplia gama de situaciones cotidianas, desde relaciones personales hasta decisiones laborales.

Aunque el origen de este refrán no está claramente documentado, se cree que proviene de la sabiduría transmitida de generación en generación en diversas culturas hispanohablantes. A lo largo del tiempo, se ha utilizado para subrayar la importancia de la prudencia y la capacidad de discernir lo que es realmente beneficioso para nosotros.

Aunque la formulación puede variar ligeramente según la región, el mensaje central permanece intacto: si algo no es para ti, es mejor dejarlo ir.

¿En donde se encuentra este refrán?

Este refrán encuentra aplicación en múltiples contextos. En relaciones personales, puede servir de consejo para no insistir en una amistad o relación que no aporta felicidad o bienestar. En el ámbito laboral, sugiere no aferrarse a un trabajo o proyecto que no ofrece oportunidades de crecimiento o satisfacción. En situaciones conflictivas, nos recuerda que, a veces, es más sensato no involucrarse en problemas ajenos que no nos afectan directamente.

La relevancia de este refrán radica en su capacidad para transmitir una valiosa lección de vida: la necesidad de reconocer nuestras limitaciones y de saber cuándo es momento de dejar ir. Nos enseña a ser más selectivos con nuestras energías y a enfocarnos en lo que realmente nos beneficia. Al seguir este consejo, podemos evitar situaciones que nos causen estrés o conflicto, y en su lugar, dirigir nuestros esfuerzos hacia metas y relaciones que nos aporten verdadero valor y satisfacción.

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