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¿Resolveremos algún día estos 5 secretos ancestrales?

En Carnac, Francia, más de 3,000 piedras erguidas, conocidas como menhires, se alinean a lo largo de 3 kilómetros

¿Resolveremos algún día estos 5 secretos ancestrales?

La Isla de Pascua, El Dorado y otros lugares emblemáticos han revelado algunos de sus secretos, pero aún quedan muchos interrogantes por resolver. Las civilizaciones antiguas nos dejaron señales de su existencia que, para ellas, debieron tener un significado profundo, aunque este se ha perdido en el tiempo. Los arqueólogos han descubierto mucho, pero algunos enigmas persisten. Aquí presentamos cinco de estos misterios ancestrales que continúan desafiando nuestro entendimiento.

1. El arte y la escritura de la Isla de Pascua

La Isla de Pascua, o Rapa Nui, es uno de los lugares más aislados del planeta. Hace más de mil años, sus habitantes erigieron cientos de moái, monolitos que han fascinado a arqueólogos durante siglos. Talladas en toba volcánica, estas estatuas fueron transportadas de alguna manera hasta sus posiciones finales. Recientemente, se ha demostrado que los moái podían “caminar” mediante un sistema de balanceo con cuerdas, replicando la tradición oral de los isleños. Sin embargo, las tablillas de rongorongo, con su escritura sin descifrar, siguen siendo un misterio.

2. Las piedras de Carnac

En Carnac, Francia, más de 3,000 piedras erguidas, conocidas como menhires, se alinean a lo largo de 3 kilómetros. Estas piedras, que datan del Neolítico precéltico, han sido objeto de especulación durante siglos. Leyendas locales hablan de soldados petrificados, pero los arqueólogos todavía no pueden determinar su propósito original. ¿Fueron monumentos religiosos, alineaciones astronómicas, o algo completamente diferente? Hasta ahora, las piedras mantienen su secreto.

3. El Gran Montículo de la Serpiente

En Ohio, Estados Unidos, el Gran Montículo de la Serpiente se extiende por 396 metros, con su cabeza aparentemente tragando un huevo. Este montículo efigie, atribuido al pueblo Fort Ancient o posiblemente a la cultura Adena, es un enigma arqueológico. Algunos estudios sugieren que podría tener una función astronómica, alineada con el solsticio de verano. Sin embargo, sin artefactos o registros escritos, su verdadero propósito sigue siendo un misterio.

4. Las líneas de Nazca

En el desierto costero del suroeste de Perú, las líneas de Nazca forman más de mil figuras gigantescas. Aunque se han propuesto numerosas teorías sobre su propósito, desde calendarios astronómicos hasta caminos ceremoniales, la verdadera razón por la que fueron creadas sigue sin confirmarse. Las huellas a lo largo de las líneas sugieren un uso ritual, pero el enigma de su significado exacto persiste.

5. El Dorado

El Dorado comenzó como la leyenda de un jefe cubierto de oro, que evolucionó hasta convertirse en el mito de una ciudad dorada. Los exploradores europeos del siglo XVI se aventuraron en las selvas de Sudamérica en busca de este tesoro, pero nunca lo encontraron. La Laguna Guatavita en Colombia ha ofrecido algunas pistas, ya que se han recuperado objetos de oro, pero los intentos de drenar el lago en busca de más riquezas han fracasado. El tesoro de El Dorado, si existe, sigue siendo esquivo.

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Estos misterios ancestrales no solo alimentan nuestra curiosidad sino que también nos recuerdan lo mucho que aún desconocemos sobre las civilizaciones antiguas. Aunque los avances en arqueología y tecnología nos acercan cada vez más a la verdad, es posible que algunos de estos enigmas nunca se resuelvan completamente, dejando siempre un margen para la fascinación y el asombro.

Con información de Natgeo.

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