¿Saludas al llegar? Lo que un “Buenos días” dice de ti según la psicología
Un pequeño gesto, una gran señal emocional, social y psicológica.

MÉXICO.- Al llegar a cualquier lugar —ya sea una oficina, un aula, una reunión familiar o incluso un espacio virtual— una de las primeras decisiones sociales que tomamos (consciente o inconscientemente) es: ¿saludar o no saludar? Y más allá de la cortesía, lo cierto es que decir “Buenos días” es una acción cargada de significado psicológico y social.
Te puede interesar: AMLO no saluda a Norma Piña, pero Sheinbaum sí; la ministra le aplaude
El “Buenos días” como marcador emocional y social
Desde el punto de vista de la psicología social, el saludo es un ritual de inicio que marca el comienzo de una interacción humana. Actúa como una señal de reconocimiento mutuo, y su omisión puede interpretarse como indiferencia, rechazo o incluso desprecio.

Decir “Buenos días” cumple varias funciones:
- Reconocimiento del otro: Validamos la existencia y la presencia del otro, reforzando la identidad grupal.
- Marcador de inicio de interacción: Establece un umbral emocional que dice “estoy presente y disponible para convivir”.
- Regulación emocional: Al saludar, se genera una pequeña dosis de dopamina y oxitocina —neurotransmisores asociados al placer y la conexión humana— tanto en quien lo dice como en quien lo recibe.
¿Qué dice de ti saludar o no saludar?
Según estudios de la psicología de la comunicación no verbal, los actos aparentemente simples, como saludar, pueden revelar rasgos de personalidad, estados emocionales e incluso valores sociales.

Si sueles saludar:
- Denota inteligencia emocional: reconoces las emociones propias y ajenas, y actúas de forma empática.
- Sugiere autoestima saludable: las personas que saludan suelen tener mayor seguridad para establecer vínculos.
- Refleja habilidades sociales: es probable que poseas buena capacidad de adaptación y relaciones interpersonales más estables.
- Habla de tu educación y valores: en muchas culturas, saludar al llegar es signo de respeto y consideración.
Si no sueles saludar:
- Podría señalar inseguridad social o ansiedad: a veces se evita el saludo por miedo al rechazo o por sentirse incómodo.
- Podría mostrar desconexión emocional: quizás estés en piloto automático, centrado en tus propios pensamientos, y no percibas tu entorno.
- En casos más extremos, puede asociarse a actitudes narcisistas o egocéntricas, donde el otro no es considerado relevante.
- También puede deberse a aprendizajes culturales o familiares: si en tu entorno no se promovió el saludo, es posible que no lo veas como algo necesario.
Lo que se activa al decir “Buenos días”
Desde la neurociencia, saludar activa las áreas del cerebro asociadas a la empatía, la recompensa social y la regulación emocional. En particular:
- El corte prefrontal ventromedial (relacionado con la toma de decisiones sociales).
- El sistema límbico, especialmente la amígdala, que evalúa si una interacción es segura o amenazante.
- La liberación de oxitocina, que fortalece vínculos sociales y genera bienestar.

Saludar como hábito transformador
Un “Buenos días” puede parecer trivial, pero cuando se convierte en hábito, tiene efectos acumulativos:
- Mejora el clima laboral o familiar.
- Fomenta la cohesión de grupo y la confianza.
- Reduce conflictos derivados de la percepción de indiferencia o mala actitud.
- Refuerza nuestra autoimagen positiva: nos vemos como personas amables, y eso influye en cómo actuamos el resto del día.
¿Y si no me nace saludar?
Está bien reconocer que no todos los días amanecemos con la mejor energía. Pero incluso entonces, un saludo breve, con tono neutro, puede ser un acto de autorregulación emocional. Saludar no siempre requiere entusiasmo, pero sí intención.

Practicarlo conscientemente es una forma de salir del ensimismamiento y abrirnos al mundo, incluso en los días difíciles.
Te puede interesar: Casi la mitad de los adultos admite que su pareja “no es su tipo ideal en teoría”
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Te recomendamos
¡Orgullo sonorense! Académico de la Unison es reconocido como el mejor investigador
¿Por qué algunas personas no responden en los grupos de WhatsApp? Una mirada desde la psicología
Distraerte no es una pérdida de tiempo, de hecho, según la neurociencia, podría estar mejorando tu aprendizaje
La epidemia silenciosa de la soledad: un riesgo creciente para la salud global