¿Es correcto lavar el pollo crudo? 5 verdades que debes saber sobre esta práctica común
Lavar el pollo no elimina bacterias como la salmonela o el campylobacter.

Durante generaciones, lavar el pollo crudo antes de cocinarlo ha sido una costumbre presente en muchos hogares. Ya sea por herencia familiar o por la idea de querer eliminar impurezas, esta práctica sigue siendo común en distintas partes del mundo. Pero, ¿realmente es segura? Hoy, más que nunca, es momento de revisar qué dicen los expertos y dejar atrás mitos que pueden poner en riesgo nuestra salud.
1. ¿Por qué tantas personas lavan el pollo crudo?
La respuesta suele estar ligada a la tradición y a una lógica aparentemente sensata: eliminar suciedad visible como sangre, restos de plumas o líquidos acumulados en el empaque. Para muchos, este paso se asocia con higiene, especialmente cuando se trata de alimentar a la familia. Sin embargo, los estándares actuales en la industria alimentaria han reducido considerablemente este tipo de impurezas en los productos que llegan al consumidor.
2. El mito de que lavar el pollo elimina bacterias
Aunque la intención es buena, la práctica de lavar el pollo es innecesaria y potencialmente peligrosa. Organizaciones de salud, como el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y otras agencias internacionales, han sido claras al respecto: lavar el pollo no elimina bacterias como la salmonela o el campylobacter, y de hecho, puede provocar una mayor propagación de estas en la cocina.
3. ¿Qué pasa cuando lavas el pollo?
Al enjuagar una pieza de pollo cruda bajo el grifo, lo que ocurre en realidad es una dispersión de microorganismos en el fregadero, la encimera, los utensilios cercanos e incluso en otros alimentos. Este fenómeno, conocido como contaminación cruzada, aumenta el riesgo de intoxicaciones alimentarias. Una práctica que pretendía ser higiénica termina siendo un foco de contaminación.
4. El calor es tu mejor aliado
La verdadera defensa contra las bacterias del pollo crudo no está en el agua, sino en el calor. Cocinar adecuadamente esta carne, asegurando que todas sus partes alcancen una temperatura interna de al menos 74 °C, es lo único que garantiza la eliminación total de patógenos. Para mayor seguridad, lo ideal es utilizar un termómetro de cocina, especialmente si se cocinan piezas grandes como muslos o pechugas gruesas.
5. Cómo manipular el pollo crudo de forma segura
Si bien no es necesario lavarlo, sí hay medidas importantes que debes tomar:
- Lava bien tus manos antes y después de manipularlo.
- Usa una tabla exclusiva para carnes crudas.
- Limpia con agua caliente y jabón todas las superficies y utensilios que hayan estado en contacto con el pollo.
- Si vas a refrigerarlo, guárdalo en un recipiente cerrado para evitar que sus jugos contaminen otros alimentos.
Te puede interesar: Ciruela, melón y betabel: Profeco publica precios máximos y mínimos de productos de temporada
En conclusión, la costumbre de lavar el pollo crudo debe quedar en el pasado. Aunque parezca inofensiva o incluso lógica, está comprobado que aumenta los riesgos en la cocina. Una cocción adecuada es más que suficiente para disfrutar de esta proteína de forma segura. La próxima vez que te enfrentes a una receta, recuerda: el agua no limpia bacterias, pero el fuego sí.
Con información de Gourmet de México.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Te recomendamos
Con estos dos ingredientes básicos de tu cocina puedes aclarar tu piel y reducir manchas en el rostro
¿Cómo saber cuál es el tiempo de cocción adecuado para las verduras?
¿Cómo conservar las tortillas frescas en casa por más tiempo sin que pierdan su textura?
Cómo organizar la despensa o la cocina eficientemente