Knicks sorprenden a Celtics en Boston en tiempo extra, robando el Juego 1 de las semifinales del Este

BOSTON, Massachusetts.- En un juego digno de playoffs de la NBA y cargado de adrenalina, los Knicks de Nueva York sorprendieron a propios y extraños al derrotar 108-105 a los Celtics en el TD Garden, arrebatándoles el primer partido de las semifinales de la Conferencia Este en un emocionante duelo que se definió en tiempo extra.

El encuentro llegó al límite con un empate a 100 al término del tiempo reglamentario, pero fue en la prórroga donde los Knicks sacaron a relucir su carácter más feroz, sobre todo en defensa. Con una intensidad que rayó en lo salvaje, los neoyorquinos defendieron cada balón como si fuera el último, y esa actitud fue clave para inclinar la balanza.

Dos robos fueron determinantes en el alargue. El primero ocurrió cuando Al Horford se alistaba para disparar desde la línea de tres. El balón se le escurrió de las manos, y Mikal Bridges, con reflejos felinos, evitó que saliera del rectángulo de juego. Recuperó la pelota con una maniobra acrobática y encendió el contragolpe, que OG Anunoby culminó con una feroz clavada que puso a los Knicks al frente.

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Con el marcador 108-105 a favor de los Knicks y apenas segundos en el reloj, Jaylen Brown se preparaba para igualar con un triple, pero una vez más Bridges emergió como el héroe inesperado. Se le fue encima como un perro rabioso y le arrebató el balón de las manos. Sin pensarlo, lo lanzó al otro extremo de la duela, consumiendo el tiempo restante y sellando una victoria de los Knicks sobre los Celtics.

En lo individual, Jalen Brunson y OG Anunoby fueron los motores ofensivos de los Knicks, con 29 puntos cada uno. Por el lado local, Jayson Tatum y Jaylen Brown lideraron a los Celtics con 23 unidades, pero no pudieron evitar el descalabro en casa.

Con este resultado, los Knicks toman la ventaja 1-0 en la serie semifinal del Este, y mandan un mensaje claro: están dispuestos a darle pelea a los vigentes campeones.