Claudia Sheinbaum se lanza contra el New York Times por criminalizar a estudiantes de química en México: “Eso pasó en ‘Breaking Bad’”

CIUDAD DE MÉXICO.-La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reaccionó contra un reportaje publicado por The New York Times que sugiere que estudiantes universitarios de química en México estarían trabajando para el Cártel de Sinaloa en la producción de fentanilo. Sheinbaum negó la veracidad de esta acusación y sugirió que el artículo del diario estadounidense estaba influenciado por la trama de la famosa serie de televisión Breaking Bad, que aborda la historia de un profesor de química que se convierte en fabricante de metanfetaminas tras ser diagnosticado con cáncer terminal.

En su conferencia matutina del lunes, Sheinbaum expresó su desacuerdo con el enfoque del reportaje, señalando que no existe evidencia que respalde la afirmación de que jóvenes mexicanos estén siendo reclutados para producir fentanilo para los cárteles. “Esto que sale en el New York Times sobre jóvenes mexicanos, estudiantes de química que están desarrollando drogas, no necesariamente ocurre", subrayó la mandataria, sugiriendo que los detalles podrían haber sido sacados de la serie estadounidense Breaking Bad, en la que el personaje principal, Walter White, se dedica a fabricar drogas.

El reportaje de The New York Times argumenta que el Cártel de Sinaloa está reclutando a estudiantes de química para producir fentanilo de mayor potencia y buscar alternativas a los precursores químicos provenientes de Asia. Según el artículo, estos jóvenes reciben salarios de entre 800 y 1,000 dólares al mes, lo que representa una oferta económica tentadora en el contexto de la pobreza de la región de Sinaloa.

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El reclutamiento de estudiantes de química por parte del Cártel de Sinaloa

El reportaje destaca cómo los cárteles, particularmente el Cártel de Sinaloa, están cada vez más involucrados en el reclutamiento de estudiantes de química para optimizar la producción de fentanilo. Este opioide sintético ha generado una creciente demanda en el mercado ilegal debido a su alta rentabilidad y potencial letal. Para los cárteles, la presencia de jóvenes capacitados en áreas como la química ofrece una oportunidad para mejorar la calidad de sus productos y disminuir la dependencia de precursores importados, particularmente de China.

Según el New York Times, los reclutadores del cártel se infiltran en universidades y otros entornos educativos para ofrecer trabajos bien remunerados a los estudiantes. Usualmente se presentan como personal de limpieza o se valen de intermediarios como familiares o amigos. A cambio de su trabajo en laboratorios clandestinos, los estudiantes reciben salarios considerablemente superiores a los de otros empleos en la región, como el ejemplo de un joven reclutado que recibió una oferta de 800 dólares al mes, el doble de lo que ganaría en un empleo formal en su campo.

Condiciones extremas en los laboratorios clandestinos

El reportaje también detalla las condiciones extremas en las que trabajan estos estudiantes una vez que aceptan las ofertas del cártel. Los jóvenes son trasladados a laboratorios escondidos en zonas montañosas de Sinaloa, donde enfrentan peligros significativos al manipular sustancias químicas peligrosas y trabajar en condiciones de aislamiento. En algunos casos, los laboratorios están ocultos de manera que no sean detectados desde el aire, y los estudiantes realizan experimentos para sintetizar precursores o mejorar la potencia del fentanilo.

A pesar de los riesgos y la falta de recursos, muchos estudiantes se sienten atraídos por los altos salarios ofrecidos, especialmente aquellos provenientes de familias de bajos recursos. Sin embargo, el trabajo no está exento de riesgos, ya que los jóvenes se enfrentan a exposiciones a sustancias tóxicas, accidentes como explosiones y amenazas de violencia por parte de los cárteles si cometen errores en el proceso.

La estrategia de los cárteles: independencia de los precursores

Uno de los principales objetivos de los cárteles es reducir su dependencia de los precursores químicos provenientes de países asiáticos, especialmente de China, y desarrollar la capacidad de producir estos compuestos de forma autónoma. Esto les permitiría controlar completamente la cadena de suministro del fentanilo, lo que incrementaría su capacidad de producción y control sobre el mercado. Los expertos señalan que este avance podría marcar una nueva etapa en la crisis del fentanilo, ya que los cárteles tendrían el poder de mejorar la calidad del producto y aumentar la producción sin las restricciones externas que actualmente enfrentan.

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Impacto y preocupaciones sobre la situación en México y Estados Unidos

La crítica de Sheinbaum se produce en un contexto de creciente presión por parte de Estados Unidos para que México tome medidas más estrictas contra el tráfico de fentanilo, especialmente tras la llegada al poder del presidente electo Donald Trump, quien ha planteado la posibilidad de imponer aranceles al país vecino debido a este problema.

Sheinbaum, sin embargo, sostuvo que la crisis de los opioides en Estados Unidos, que incluye la creciente adicción y muertes por sobredosis, es principalmente un problema relacionado con las farmacéuticas en ese país. “La crisis de los opioides en Estados Unidos es producto de las farmacéuticas”, argumentó, respaldada por documentos y reconocimientos de asociaciones sobre la responsabilidad de las empresas farmacéuticas en la propagación de este problema. Añadió que en México, afortunadamente, no se enfrenta a un problema similar, ya que el consumo de opioides no ha alcanzado los niveles de mortalidad por sobredosis que afectan a Estados Unidos y Canadá.